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EL REY RATIFICÓ SU CONSENTIMIENTO INCLINANDO LA CABEZA
El Príncipe Felipe se casa con Letizia Ortiz en la primera boda de Estado desde la de Alfonso XIII
El Príncipe Felipe y su prometida, Doña Letizia Ortiz, pronunciaron a las 11:50 horas de este sábado 22 de mayo y ante el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, la fórmula de compromiso matrimonial que les convirtió en marido y mujer. Los contrayentes se intercambiaron las alianzas y las trece monedas de oro utilizadas como arras.

L D (EFE) El Príncipe de Asturias miró a su padre, el Rey, instantes antes de pronunciar su compromiso para pedir su consentimiento al enlace, que Don Juan Carlos ratificó con una inclinación de cabeza. El Arzobispo inició el escrutinio a los contrayentes para asegurarse de que los novios llegan a la ceremonia "sin ser coaccionados, libre y voluntariamente", a lo que los novios contestaron: "Sí, venimos libremente".
Les preguntó igualmente si "¿estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente durante toda la vida?", a lo que contestaron "sí, estamos decididos", y terminó el Cardenal el escrutinio exigiéndoles el compromiso de "recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la Ley de Cristo y su Iglesia", a lo que los novios ratificaron: "sí, estamos dispuestos".
En ese punto, y con sus manos derechas entrelazadas, el Príncipe Felipe dijo a su prometida: "Yo, Felipe, te recibo, Letizia, como esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida". La misma fórmula fue repetida por su prometida, ya convertida en Princesa de Asturias, y, posteriormente, los novios recibieron la bendición del Cardenal Arzobispo, quien confirmó el consentimiento de los esposos con las tradicionales palabras: "Que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre".
Les preguntó igualmente si "¿estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente durante toda la vida?", a lo que contestaron "sí, estamos decididos", y terminó el Cardenal el escrutinio exigiéndoles el compromiso de "recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la Ley de Cristo y su Iglesia", a lo que los novios ratificaron: "sí, estamos dispuestos".
En ese punto, y con sus manos derechas entrelazadas, el Príncipe Felipe dijo a su prometida: "Yo, Felipe, te recibo, Letizia, como esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad todos los días de mi vida". La misma fórmula fue repetida por su prometida, ya convertida en Princesa de Asturias, y, posteriormente, los novios recibieron la bendición del Cardenal Arzobispo, quien confirmó el consentimiento de los esposos con las tradicionales palabras: "Que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre".
Intercambio de alianzas
Convertidos ya oficialmente en Príncipes de Asturias tras expresar su compromiso, los contrayentes se intercambiaron las alianzas y las trece monedas de oro utilizadas como arras. Fue primero el Príncipe el que puso el anillo a su esposa, y posteriormente Doña Letizia lo colocó sobre el anular de la mano derecha de Don Felipe de Borbón.
Posteriormente, el Cardenal y Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, entregó las arras al Príncipe, quien a su vez las depósito sobre las manos de doña Letizia, y después ella repitió este gesto. No faltó la anécdota en este momento de la ceremonia, ya que cuando el Cardenal iba a entregar las arras a Don Felipe, una de las monedas cayó sobre unas flores que adornaban el altar. El Cardenal Arzobispo de Madrid la recogió y se la entregó al Príncipe, quien ya había recibido previamente las otras doce monedas.
Las arras comenzaron a utilizarse en España en la Edad Media, y con ellas se pretende simbolizar la buena economía del futuro hogar y que los bienes materiales del matrimonio serán compartidos por la pareja. En esta ocasión, las arras utilizadas han sido trece monedas de oro de la colección numismática del Banco de España, la más antigua emitida en tiempos de los Reyes Católicos y la más reciente en el reinado de Alfonso XIII.
Posteriormente, el Cardenal y Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, entregó las arras al Príncipe, quien a su vez las depósito sobre las manos de doña Letizia, y después ella repitió este gesto. No faltó la anécdota en este momento de la ceremonia, ya que cuando el Cardenal iba a entregar las arras a Don Felipe, una de las monedas cayó sobre unas flores que adornaban el altar. El Cardenal Arzobispo de Madrid la recogió y se la entregó al Príncipe, quien ya había recibido previamente las otras doce monedas.
Las arras comenzaron a utilizarse en España en la Edad Media, y con ellas se pretende simbolizar la buena economía del futuro hogar y que los bienes materiales del matrimonio serán compartidos por la pareja. En esta ocasión, las arras utilizadas han sido trece monedas de oro de la colección numismática del Banco de España, la más antigua emitida en tiempos de los Reyes Católicos y la más reciente en el reinado de Alfonso XIII.
Firma del acta matrimonial
La boda concluyó a las 12.40, casi una hora y media después de que comenzara la ceremonia. Momentos antes de dar por terminada la ceremonia, Don Felipe y Letizia Ortiz firmaron el acta matrimonialdespués de que lo hiciera Rouco Varela. Posteriormente, fueron los Reyes quienes estamparon su firma en el acta, seguidos de las infantas Elena y Cristina y sus repectivos esposos, los padres de la novia y el resto de testigos del enlace.
Los ya esposos reales fueron los primeros en abandonar el templo en dirección al Palacio Real entre los acordes del Aleluya de Haendel. Detrás de los novios salieron de la catedral los Reyes y los padres de Letizia y a continuación lo hicieron las infantas Elena y Cristina con sus esposos, la infanta Pilar junto a su hijo, Juan Gómez Acebo y los Duques de Soria.
Comparsa: Los Inmortales 1800
2004 Juan Carlos Aragón
Pasodoble: Tu que te vas a casar.
Tú que te vas a casar
con nuestro príncipe en palacio
sabes bien que la gente dirá
que has pegao un braguetazo
pero no te sientas mal
que el braguetazo de persona
lo ha pegao una corona
que hasta ahora no ha sido real
mira la fotografía
cuando entres en la Zarzuela
mira qué cara tenían la madre,
la tía, la niña y la abuela
allí valía cualquiera
menos cualquiera de afuera de su monarquía
y entenderás a millones
de tus queridos paisanos
que antes de ser españoles
se sienten republicanos
y por futuras razones
no dejes que hagan lo que
les salga de los Borbones
que de los Borbones salen
más Borbones cada vez
y en nombre del pueblo llano
gritaré por vez primera
larga vida la reina
aunque sea republicano
si al cabrón que nos gobierna
por meternos en guerra
le niegas la mano
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